El término vinyasa refiere al movimiento sincronizado con la respiración.
La respiración es muy particular, se denomina Ujjayi, es el corazón de esta práctica; es la que conecta una asana con la siguiente.
Se realiza a través del cierre parcial de la glotis, con el control constante del abdomen (uddiyana bandha) y del suelo pélvico (mula bandha).
Estos tres cierres (llamados Bandha) se mantienen durante toda la práctica.
Los bandhas, juntos con la respiración ujjayi, producen un aumento de la temperatura que oxigena la sangre y la liberación de la energía pránica; se produce un intenso calor interno que purifica los músculos y los órganos internos, además de eliminar toxinas.
El resultado de esta práctica es un cuerpo fuerte y ligero.
Cada postura tiene un punto de atención, llamado dristhi.
Esto facilita dharana, la concentración.